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12 de mayo de 2007

Abuelas imprudentes

Hola amigos:

Hoy salí a dar una vuelta por la ciudad y vi algo inaudito, que me dio muchísima rabia:

Estaba esperando un autobús en la Via Favencia, cerca de la Plaza Karl Marx, justo delante de una de las salidas de la Ronda de Dalt. Unas mujeres mayores, de esas que te miran mal en el autobús porque no les cedes su asiento y que despotrican entre ellas sobre lo irrespetuosa que es la juventud, sin mirarte directamente pero en voz lo suficientemente alta como para que lo oigas y puedas saber que hablan de ti. De las corren detrás del autobús que se les escapa cuando vuelven a casa de tomar el té en el Zurich y, una vez dentro, se quejan, en voz inusitadamente alta, de que están cansadas, que ya no estan como cuando tenían 20 años, con esa mirada acusadora que lanzan a la persona más joven que tengan a la vista, con la intención de hacerle abandondar su asiento. De esas que suben en packs de 4 y empiezan a distribuir los asientos libres casi dando órdenes a todo el pasaje: "tú, Angleina, ponte ahí. Y tú, Mercedes, siéntate en ese, que el chico es joven y va de pie". Estas mujeres mayores, decía, necesitaban cruzar la calzada hacia la zona central de la ronda, en la parte ajardinada; pero debían estar demasiado cansadas para caminar los veinte metros que les separaban del paso de cebra. Así que, ni cortas ni perezosas, han cruzado la calzada en un punto paralelo al final de la salida de la ronda, con lo que cuando han llegado a su altura, casi las atropella un vehículo que abandonaba la ronda a toda velocidad.

Tras sobrevivir milagrosamente al percance no han hecho otra cosa que mirarse entre ellas con una mezcla entre estupefacción e ¡indignación!. Claro, aún debían pensar que el conductor "no respeta a la gente mayor" y que la culpa era suya por circular por dónde las abuelas, las dueñas de la calle, estaban cruzando, ejerciendo libremente su derecho democrático a arriesgar sus vidas absurdamente. Una vez se han recompuesto y se han complacido entre ellas con sus críticas al suicida conductor, han accedido a la zona ajardinada superando un terraplén de medio metro de altura, en una zona claramente impedida al paso de peatones.

Esta anécdota me recordó una de esas "mentiras correctas" que corren por la sociedad, esa que dice que se debe respetar a todo el mundo, sobretodo a nuestros mayores porque tienen más experiencia de la vida y todo eso. Y yo no estoy de acuerdo con eso, porque opino que el respeto es algo que nos debemos ganar y no algo que debemos esperar de los demás sin hacer nada. Esas abuelas, por eso que han hecho, han demostrado que no merecen mi respeto, así que si algún dia me las encuentro en algún autobús, les pienso quitar el asiento con todo el descaro y el alboroto que me vea con capacidad de armar. Porque, la verdad, la gente mayor, almenos en Barcelona, no respeta a nada ni a nadie. Consideran suyo todo lo que pisan.

Un saludo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Jo tio!! como te pasas con las pobres ancianas!! jajajajja

Lo cierto es que una gran parte de las personas mayores que toman los transportes públicos a parte de impacientes son bastante mal educadas. Con los años deben perder el respeto hacia los demás.

Una vez me hixieron lo que tú dices. Hablar mal de mi entre ellas porqeu no les cedía el asiento (Cosa que suelo hacer siempre que me fijo). Sin embargo en esta ocasión habían dos asientos libres detrás mio. Así que me giré y le dije a la señora que no me pensaba levantar, que tenía un asiento tras de mi. La señora se sentó y siguió criticando a la juventud desde su asiento.

Afortunadamente los jovenes no tomamos su ejemplo que en muchos casos es realmente soez y de mal gusto.

saludos!

Anónimo dijo...

Pues yo no estoy de acuerdo, si hoy en dia disfrutamos de nuestra burbuja de comodidades y seguridad, de nuestro occidentl y acomodado modo de vida es por la gente de esa edad que sin todas esas comodidades se han partido la espalda para darnos a las generaciones venideras un futuro mejor.
Todo mi respto para ellas, que aun tienen un poco de rebeldia en su cuerpo.

Joana García dijo...

La gente mayor, con los años, tiende a hacer cosas de adolescentes, jajajajajaja.

Espero que tenga mi capacidad mental al 100% y nunca haga cosas "de mayores". En fin, es lo que tiene hacerse viejo, no??

No meto a todos en el mismo saco pero hay alguno por ahí que se merece que se le haga "pam pam al cul".

Un saludo.

Pierre de Fermat dijo...

Obviamente no se trata de ir empujando a las abuelas por la calle, pero desde luego, en vista del respeto que ellas tienen por la juventud, no veo razón para que el que la juventud deba tener por ellos haya de ser mayor.

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